Supongo que a las personas normales las ideas para cambiar sus vidas, o las grandes reflexiones se les ocurren en el momento oportuno, en el momento clave, en la cúspide del drama; pero yo no soy una personal normal, a mí las grandes cosas, las grandes ideas, las grandes reflexiones, todas esas cosas que en las pelis cambian el cauce de la historia; se me ocurren en momentos banales del día, como puede ser una ducha a 38ºC, en un ascensor, o los minutos antes de quedarme dormida. 

Antes de continuar, y ya abusando de vuestra confianza y paciencia, me gustaría qué, ya que se supone que intentáis poneros en mi piel, pongáis esta lista en bucle, y no la quitáseis hasta que no termináseis de leer este tocho. Es un poco tarde como para ponerme a hacer este tipo de cosas, pero, como ya dije, soy demasiado imprevisible(y realmente me gusta serlo); así pues, estoy aquí, delante de mi ordenador, con una taza de té a mi lado, y viendo cómo el tiempo nos arrebata lo poco que nos queda ya de 2013.

• Last Hope - Paramore
• Dear Darlin' - Olly Murs
• Secrets - One Republic
• Apologize - One Republic
• What Would You Do - Bastille
• No Angels - Bastille

'Lo poco que nos queda de 2013'... ¡Pero qué morro tengo expresando esto de esta manera! Con la de cosas que me quedo yo de 2013... Aún recuerdo el berrinche interior que me pillé en el cambio de 2012-2013, por darle importancia a cosas que justo ahora me parecen totalmente banales. Es gracioso, estoy casi en la misma situación del año pasado, y en la misma habitación incluso; y el año pasado lloraba, y este año estoy sonriendo. ¿Que qué ha cambiado? ¿El año? No, el año no me cambió, la que cambié fui yo. ¿En eso se basa crecer, no?

Tal vez sea ahora en frío cuando digo que este año ha sido el mejor de muchos, pero prefiero pensar que realmente lo ha sido a comerme la cabeza y empezar a sacarle defectos... Claro que ha tenido baches, pero, sin esos no hubiera podido decir, ni podría deciros qué, lo que ha pasado este 2013 ha sido la vida...

He visto personas que pensé que nunca se alejarían de mí huir como si la vida se les fuera en ello de mi vida... Y, ¿que por qué no lo impedí? Porque he aprendido que no puedes obligar a nadie a permanecer en tu vida si esa persona no quiere. Y porque las cosas acaban, y no puedo ponerle una coma a algo que debería tener un punto final. De nada sirve mantener a alguien en tu vida para que solo acabe estorbando.
Me he visto sola(no físicamente, pero sí psicólogicamente, que es aún peor)a cargo de problemas y situaciones que se me venían muy grandes... O eso pensaba yo. Y he salido, y estoy entera, y lo mejor es que no tengo que darle las gracias a nadie, porque pude sola.
He hecho daño a personas que querrían lo mejor para mí, pero, ¿por que alguien quiera lo mejor para mí tengo que anular mi poder de decisión solo para que ellos sean felices a costa de que yo actúe contra mí?
Me he visto sola en las salas de espera de hospitales, y no ha pasado nada, sigo aquí, nada de eso ha arruinado mi vida(ni mi 2013).
He tenido el valor de abrir la puerta a alguien, esperar unos segundos, secarme las lágrimas y saludar, y luego entrar a una habitación como si no hubiera pasado nada.
A veces he ido contra mi voluntad, porque de vez en cuando los monstruos de mi cabeza siguen dominándome, pero no me dejo.
Me he ido corriendo a casa, cabizbaja, con música a toda hostia, intentando escapar de algo, que al fin y al cabo era yo.
Me he encerrado en el baño, me he metido en la ducha, y he llorado hasta que me empezaron a doler los ojos, y luego salí de la ducha con el doble de fuerza, para seguir comiéndome el mundo. 
He tenido planeados argumentos para dejar por los suelos a las personas que un pasado me hicieron daño, con sus dosis de orgullo y de odio guardadas en frasquitos... Y, esas personas volvieron a mí, y tuve que meterme mi odio y mi rabia en el bolsillo, y me limité a llorar como una estúpida en la esquina del sofá desde el que ahora os escribo, para, después, volver a odiar y a sentir la misma rabia por esas personas.
Me he acabado dando cuenta de algo que ya sabía, pero que este año he comprobado; la Patricia de seis años, la dolida, tenía más neuronas que la Patricia de ahora. 
He tenido que tragarme mis palabras de una en una por personas a las que desprecié y me hicieron daño, solo porque la situación me superó y acabé explotando ¡y me han acabado sabiendo a mandarina! 
He acabado aprendiendo que lo que importa es lo que yo piense, lo que yo viva, y no hay más, todos, y todo lo demás, sobra.
Me he enfrascado sin querer en una aventura de la que no sé ni cómo, ni dónde voy a ir, ¡pero me entusiasma!
Me han reemplazado, criticado, odiado... Pero, ¿y qué ha pasado? No ha pasado nada, sigo siendo la misma de siempre; la que sonríe con su cicatríz de la barbilla y sale con los labios rojos a la calle para comerse el mundo.
Me he tragado mi orgullo, he discutido con mi yo interior, y he acabado haciéndole caso a mi corazón... Para luego darme cuenta de que mi cabeza estaba en lo cierto... He ido a recuperar personas que un día me marcaron; solo para darme de bruces con la realidad, y ver que aún siguen existiendo personas que prefieren perder lo que quieren a salir ahí a pelear por ello...
He ganado personas que me llenan más que toda la morralla de gente que tenía en mi vida solo por miedo a no perderla.
He acabado saliendo a flote yo solita, sin nadie que hiciera de flotador, ¡y estoy orgullosa, orgullosa de haber acabado enfrentándome a lo que un día me aterró!
Me he ido a la cama pensando que alguien me abrazaba, y deseando que lo hiciera... Y, no lo he hecho realidad aún, pero lo importante es que sigo. Sigo aquí, sigo con todas esas personas que otro año más han decidido acompañarme en esto, en este transcurso de momentos que llamamos vida en este Mundo, y que tengo otras 365 oportunidades para superar todo lo que os he contado, tengo otras 365 oportunidades para ser más yo, para dar más de lo que ya he dado, y para recibir un poquito de todo eso. Tengo otras 365 oportunidades para discutir, disfrutar, llorar, reírme, quemarme con mi taza de té, ser momentáneamente invencible estando cerca de algunas personas, dejar de hacerme caso, dejarme llevar, estar más cerca de todo lo que quiero conseguir... Y no voy a dejar que nadie me pare. 2013 ha sido mío, pero que tiemble 2014, que vengo con fuerza; y esta vez de verdad.

Alba; la persona a la que creo que me faltarían vidas para

darle las gracias por este año, por todas las conversaciones,

por las ralladas que me ha aguantado, por los momentos...

Por ser tan ella, y por seguir aquí; conmigo.

A mí, sí, claro que sí, gracias a mí, por no haber tirado la toalla a pesar de todos y todos, y por seguir teniendo el valor de pensar que todo el mundo tiene buenas intenciones, como ya dije; a pesar de todo y todos.




 A todas estas... Por acabar demostrándome que me equivocaba.

 Blanca; a esa que tanto me saca de quicio, y esa que tanto ha confiado y confía en mí, gracias.

Por esos ya casi ocho años, ¡da igual cómo, no me importan las condiciones,

ni las circunstancias, gracias por seguir ahí!

A ti... Pues qué decir de ti, por la foto, por ti, por mi, a pesar de todo y todos; me quedo con lo que dije en Twitter cuando subí la foto: no vas a leerlo, pero eh, te quiero, aunque no te lo diga.

Una lástima que no tenga fotos con todas las personas que han hecho de 2013 uno de los mejores años de mi vida, pero, aquí está, este ha sido el resumen de mi año... No le pido a 2014 nada que no sea que todas estas personas sigan aquí, y qué, si alguna se va, sea para traerme a personas mejores.

Me queda un año, otras 365 oportunidades, y otra enfermedad con 365 síntomas para hacer de esto algo incluso mejor, y, nada, supongo, esto ha sido todo. 

De 2013 me llevo lo mejor, y a los mejores.